¿Por qué la desaparición de la Nueva República fue algo positivo para la galaxia?
Tras la Guerra Civil Galáctica, la Alianza Para Restaurar la República salió victoriosa y estableció la Nueva República. Si bien su nombre evocaba a un interés de continuar la República desaparecida veinticinco años atrás, la Nueva República trajo consigo varios cambios.
La desmilitarización
En primer lugar, en cuanto la guerra llegó a su final, la primera Canciller (Mon Mothma) ejecutó sus planes para desmilitarizar el nuevo gobierno, alejándose totalmente del enfoque de control imperial.
Y es que al Acta de Desarme Militar fue más una declaración de intenciones que una ley al uso. Debemos recordar que la República estaba recién formada y muchos sistemas todavía estaban bajo el control del Imperio (menguando rápidamente) o eran neutrales.
Pues bien, esta ley consistía en reducir las fuerzas militares centralizadas (es decir, del gobierno central, no de fuerzas de defensa planetarias) republicanas un noventa por ciento. De este modo, el desarme imperial estaría también justificado, construyendo un marco de pacifismo y colaboración entre todas las facciones restantes.
Mon Mothma había tenido interés en hacer esto desde que la República se convirtió en el Imperio. En un primer momento, ella intentó desmilitarizar el Imperio alegando que las amenazas (los separatistas) que habían justificado la rápida militarización habían desaparecido.
No obstante, el Emperador hizo oídos sordos y la galaxia conoció una de sus épocas más militarizadas, llegando a haber más de veinte mil destructores estelares y millones de soldados por toda la galaxia.
Con el fin de la guerra civil, la principal potencia era la Nueva República, por lo que se dio prisa para transformar la galaxia a su antojo. Y, a pesar de que todavía existían amenazas de los remanentes imperiales (posteriormente, la Primera Orden), esta acta salió adelante, reduciendo los efectivos militares republicanos enormemente.
A mi juicio, este fue el primer error que cometió la Nueva República y unos de los causantes de su desaparición tres décadas después. Pensaron que la galaxia iba a cambiar de mentalidad y de ideología rápidamente, quizás gracias a su influencia o sus leyes.
Pero la gente no cambia de la noche a la mañana. Si alguien ha estado veinte años siendo educado en los valores imperiales, en el belicismo y en lealtad total, que un nuevo gobierno ponga sobre un papel que todo en lo que creías ya no vale no va a servir para nada.
Además, que la victoria republicana no fue total. Si el Imperio no se hubiera fracturado, la Nueva República habría sido incapaz de vencer. Tenían menos naves, menos personal y muy pocos sistemas. La gresca interna y la Operación Ceniza fueron los dos factores que impulsaron a la República a su triunfo.
Por ende, la galaxia no quedó en paz. El Borde Exterior era un reino caótico y todo el ligero control que había impuesto el Imperio había desaparecido totalmente. Los sectores bajo dominio Imperial (por parte de remanentes) seguían allí y con una República cada vez menos militarizada, enfrentarlos se tornaba cada vez más difícil.
En conclusión, el surgimiento de una facción militarmente más poderosa era, únicamente, cuestión de tiempo. Que la Primer Orden aprovechara esta nueva idiosincrasia galáctica es hasta lógico. Después de todo, no había un poder que parara los pies a los más radicales.
La política interna
En resumen, hay otros dos factores a tener en cuenta a la hora de hablar sobre los errores de la Nueva República: la capital rotatoria y la polarización del Senado.
Comenzando con la capital, a diferencia de la Antigua República y del Imperio, no había un planeta establecido que actuara perpetuamente como capital. Coruscant, por ende, perdió bastante importancia en las siguientes décadas a la Batalla de Endor mientras que planetas como Chandrilla o Hosnian Prime albergaron el Senado y, por ende, la capitalidad.
Me parece un desacierto desde el punto de vista defensivo. Un planeta que lleva siendo la capital y, en consecuencia, el mundo más importante del gobierno, acaba siempre teniendo las mejores fortificaciones, contramedidas y fuerzas defensivas. Coruscant, por ejemplo, contaba en tiempos de las Guerras Clon con una flota defensiva de unos pocos miles de destructores, con un formidable escudo y con las mejores plataformas defensivas de esos tiempos.
Por lo que pudimos ver en el Episodio VII, Hosnian Prime contaba con una flota reducida de unos cuantos cruceros y aparentemente nada más. Es cierto que no podrían haber hecho demasiado ante el superláser de la Starkiller, pero por lo que pudimos ver, la capital estaba mucho menos resguardada que en tiempos pasados.
Entiendo que la decisión de mover paulatinamente la capital fue un intento de descentralizar el gobierno y conceder importancia a diversos planetas con cada rotación. Si bien esas intenciones fueron nobles y hasta lógicas, mezclado con la política desmilitarizadora, fue un error garrafal.
Pasando a otra cosa, el Senado se polarizó rápidamente, dividiéndose en dos partidos o facciones políticas: los Populistas y los Centristas.
Los Populistas abogaban por la descentralización y autonomía de los planetas individuales, en una suerte de libertarismo al no entrar el gobierno central en la política interna de los planetas individualmente considerados.
Los Centristas, por otro lado, apostaban por una mayor centralización y mayores poderes del ejecutivo central. También buscaban aumentar el tamaño de la flota republicana. En esencia, según ellos, buscaban repetir los éxitos que tuvo el Imperio evitando los fracasos.
El problema de esta polarización es que, además de las tramas y el subterfugio, los Centristas tenían entre sus filas a simpatizantes de la Primera Orden. Incluso, eventualmente, sus miembros se unieron oficialmente a la Primera Orden, actuando como brazo político del régimen militarista post imperial.
Lo que quiero decir es que esta división entre dos ideologías enfrentadas ayudó a que las ideas imperiales volvieran a coger importancia. El error de la Nueva República fue dejar que algunos temas, aparentemente asumidos, fueran sujeto de debate, normalizando el fascismo imperial e impulsando, sin darse cuenta, la legitimización de algo como la Primera Orden.
En esencia, el inmovilismo de la Nueva República para trazar líneas fronterizas sobre diversos discursos o ideologías fue lo que permitió, en gran parte, su caída final.
La desaparición
Tras el Episodio IX, no existe ni Nueva República ni Primera Orden, habiendo, si eso, fracciones en lugares concretos que resistieron a la tormenta. La muerte de este régimen me resulta algo positivo por diversas razones.
En primer lugar, nos encontramos ante una galaxia que se ha unido contra del Emperador, por lo que la ideología republicana o rebelde vuelve a ser la dominante. Con esto, se puede volver a decidir cómo configurar el nuevo estado, sea la Nueva Nueva República o algo diferente.
Lo que quiere decir que, al menos, por el momento, no nos encontraremos a simpatizantes imperiales en instituciones políticas, por lo que no hace falta sanear y la mayoría de sus miembros son demócratas y anti imperiales.
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Con esto, se puede abrir un debate sobre por qué la Nueva República falló y qué se puede hacer para no repetirlo. Quizás se pueden adoptar unas pocas ideas de la organización imperial. Quizás esa desmilitarización tan agresiva fue una mala idea, por lo que igual, por lo menos en sus primeros años, se debe mantener una fuerza militar suficiente para defenderse ante amenazas a priori imprevisibles o improbables.
Ante un evento tan traumático como fue la muerte de la Nueva República, los nuevos líderes galácticos deben sentarse alrededor de una mesa durante varios días y meditar. Quizás lo que salga entonces durará más tiempo.
A lo mejor es imposible repetir el milenio de paz de la Antigua República.
