Piratas de la galaxia

La galaxia es hogar de incontables individuos organizados en muchas sociedades distintas. Miles de especies son catalogadas con cada nuevo mundo descubierto y las fronteras están en constante cambio.

En el canon, conocemos bien tres épocas distintas de la galaxia: La Era de la República, la Era de la Rebelión y la Era de la Resistencia. Cada una está marcada por un conflicto distinto con protagonistas diferentes.

Gobiernos se alzan y caen, nuevas naves ven por primera vez el brillo de las estrellas y nuevos y viejos héroes se encuentran como aliados o como enemigos.

Sin embargo, en cada una de estas eras existen contrabandistas, cazarrecompensas, piratas y muchos otros forajidos o granujas que se ganan el pan de las maneras más deshonestas.

En este artículo se va a hablar sobre la piratería, dando un ejemplo por cada una de las tres épocas.

Hondo Ohnaka: El pirata sin vergüenza

Ohnaka fue una persona con mucha historia. Trabajó durante las Guerras Clon, en la cúspide del Imperio, en la Guerra Civil y con la caída de la Nueva República. Esta vida laboral tan larga y agitada le hizo conocer e interactuar con muchos personajes famosos como los Jedi Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, el Lord Sith Darth Tyranus y los Espectros, entre otros.

En las Guerras Clon dirigía a un grupo de piratas en Florrum denominado la Banda Ohnaka. Su negocio consistía en el tráfico de especias y en ocasionales secuestros para cobrar los rescates.

En una de sus “actividades”, secuestró al Conde Dooku (Darth Tyranus) y cuando Skywalker y Kenobi fueron a él con el objetivo de capturarlo para la República, Ohnaka aprovechó para raptar a los Jedi también. Finalmente, lograron escapar, pero este pirata se había hecho varios enemigos de una sola vez.

Tuvo otros cuantos encontronazos durante la guerra, como en Felucia (con los Jedi), con los Rebeldes de Onderon o cuando Grievous destrozó su asentamiento en una suerte de venganza por parte de Dooku. También llegó a enfrentarse con Maul, ya que este intentó comandar las fuerzas de Ohnaka para empezar a crear un sindicato criminal. El pirata, como no podría ser de otra manera, se negó a doblegarse, comenzando, así, el conflicto.

Tras perder su banda con la llegada del Imperio, estuvo muchos años trabajando como contrabandista en operaciones más humildes. Antagonizó a varios señores del crimen (como a Citrako Vizago) y eventualmente se encontró con los Espectros. Tuvo una relación particularmente cercana con el más joven de ellos, Ezra Bridger, con el cual llevó a cabo varias operaciones.

Eventualmente, acabaría apoyando a la Alianza Rebelde en su lucha contra el Imperio, demostrando que, además de los beneficios que pudiera sacar, también simpatizaba con los rebeldes por otras razones.

Después de la guerra, se estableció en el planeta Batuu, donde regentaba un negocio (Soluciones de Tranporte Onhaka) aparentemente lícito, aunque probablemente sería una tapadera para enmascarar actividades de contrabando.

En conclusión, a priori era similar a muchos otros: era avaricioso, ambicioso, valoraba el dinero por encima de todo lo demás y actuaba siempre al margen de la ley. Sin embargo, demostró en varias ocasiones que conocía el significado del honor, de la hermandad y la confianza, salvando varias vidas en algunas ocasiones y ayudando a amigos en otras.

Hondo Ohnaka era un pirata con un espíritu de rebelde.

Enfys Nest: La pirata rebelde

En contraste con la anterior figura, Nest robaba y saqueaba únicamente para financiar la lucha contra el Imperio. Activa, sobre todo, una década antes de la Batalla de Yavin, esta joven humana lideraba a los Jinetes de las Nubes.

Su madre, la anterior líder de los Jinetes, comenzó a luchar contra el Imperio desde el primer momento. Aun así, la banda de piratas también se enfrentaba a los grandes sindicatos del crimen, siendo varios de sus miembros de planetas arrasados por estos.

Su némesis fue, durante sus primeros años, el contrabandista Tobias Beckett. Este trabajaba, a su vez, para el sindicato Alba Escarlata. Ambos tuvieron ambos encontronazos a la hora de ir a por los mismos objetivos, siendo Nest la que solía llevar siempre la delantera.

Colaboró con Saw Gerrera, aunque todavía no sabemos si estuvo en contacto con otras células rebeldes. En cualquier caso, cuando se encontró con el rebelde de Onderon, tuvo ocasión de intercambiar algunas palabras con Jyn Erso, la cual todavía era una niña.

Nest intimidaba, en gran parte, por su armadura. Consistía en el casco que había heredado de su madre, guanteletes hechos de beskar que utilizaba a menudo como escudo y propulsores en sus piernas que le ayudaban a saltar más alto y con más potencia. Esto era realmente útil cuando se disponía a arremeter contra el enemigo con su electroalabarda.

No se sabe mucho más de ella, como si sobrevivió hasta la Batalla de Yavin o si tuvo oportunidad de unirse formalmente a la Alianza Rebelde. Lo que está claro es que, con todo el idealismo que guiaba sus pasos o la determinación que tenía a la hora de tomar decisiones, fue una de las figuras más importantes de la rebelión temprana contra el Imperio.

Sidon Ithano: El Corsario Carmesí

Activo en los últimos años de la Nueva República, Ithano era conocido por ser uno de los mejores piratas del Borde Exterior. Su apariencia única y su particular modo de actuar ayudaron a que su popularidad creciera.

Aunque llevara una máscara roja reminiscente del de los Kaleesh, era un delphidiano. Se ganó el apodo de “Corsario Carmesí” por los colores de su vestimenta, de tonos rojos en su mayor parte.

Entre sus grandes hazañas, destaca el redescubrimiento de un viejo clon que había estado en éstasis en una cápsula a bordo de una olvidada nave separatista. Este soldado era CT-6116 o «Kix», como se hacía llamar, un médico de la Legión 501. Aproximadamente 50 años antes, el Conde Dooku había mandado a que capturaran al clon y lo retuvieran en ese estado.

La razón detrás de ello era que Kix había descubierto el complot para destruir a los Jedi a manos de los Sith, incluida la verdadera utilidad de los chips insertados en cada clon y la Orden 66. En cuanto despertó, sin ser consciente del tiempo que había pasado, alertó a los piratas del grave peligro que corría la República Galáctica. Antes de caer inconsciente, además, pidió hablar con Anakin Skywalker para avisarle sobre todo lo que había averiguado.

Desafortunadamente, el clon había llegado medio siglo tarde y ni la República Galáctica ni Anakin Skywalker seguían con vida. Kix, posteriormente, se uniría a la tripulación de Ithano, actuando como guía e intérprete de la vieja tecnología de las Guerras Clon.

Ithano presenciaría tres años más tarde la destrucción de la capital de la Nueva República a manos de la Base Starkiller de la Primera Orden. En ese momento, se encontraba en el castillo de Maz Kanata en Takodana.

Justo antes del incidente de Starkiller, Ithano había negociado pasaje al Borde Exterior con un desertor de la Primera Orden llamado Finn. El ex-soldado de asalto, en ese momento, se encontraba escapando de la Primera Orden.

Finalmente, se unió a la Batalla de Exegol contra Palpatine y su Orden Final. Formó parte del inmenso grupo de individuos que se levantaron a la vez para destruir otro reinado más de Palpatine. Participó en el equipo de tierra y también se unió a la posterior celebración de la victoria en Ajan Kloss.

La piratería junto a la rebelión

Por lo que hemos podido comprobar en este artículo es la eventual simpatía que sienten los piratas por los movimientos rebeldes. No es momento de analizar si se debe por la mutua aprensión por el orden establecido o porque de verdad creen que luchar por una utópica (y abstracta) libertad es algo noble. En cualquier caso, lo que es evidente es que los piratas encontrarán siempre aliados en los movimientos de resistencia.

En ocasiones los mismos piratas serán rebeldes, como es el caso de Enfys Nest. ¿Es el Imperio lo que los une a todos? ¿Acaso los piratas son conscientes de que en una guerra siempre hay beneficio? ¿Cuál es la verdadera fuente motivadora de estos individuos?