Star Wars: La Amenaza Fantasma. El Videojuego

Corría el año 1999. España se encontraba en bonanza económica (¿Qué es eso?), Los Soprano y Futurama comenzaban su emisión, Bruce Dickinson volvía a Iron Maiden, los videojuegos vivían su época dorada con Playstation, en el cine se estrenaron clásicos como Matrix, El Club de la Lucha, American Beauty, Toy Story 2… Incluso tuvimos miedo de un apocalipsis que nunca llegó, el llamado Efecto 2000 (Hola, Coronavirus).

Todo era bonito, un mundo de luz y color donde vamos a obviar que también se creó el formato televisivo Gran Hermano para no estropear el buen rollo con el que he empezado este artículo.

Un servidor, que tenía siete años, ya estaba empezando a protofrikear con series y videojuegos cuando empezó a ver por la TV anuncios de una peli donde había espadas láser, robots y naves. Ah, y también se decía varias veces “vaina”, lo cual me hacía mucha gracia (el nivel). Recuerdo que me olvidé bastante rápido del tema, hasta que mi hermano mayor la alquiló un año después, ya bien entrado el 2000. Esa peli, como todos imaginarán, era Star Wars, Episodio I: La Amenaza Fantasma.

No, no voy a hablar de la película, la cual huelga decir que le tengo muchísimo cariño, ya que fue mi entrada y la de muchos niños y niñas de mi generación a este maravilloso mundo. En esta entrada hablaré de un producto relacionado, el videojuego oficial de la película para PsOne.

Esto no va a ser un análisis como tal, ya que no soy un periodista de videojuegos. Simplemente hablaré un poco del juego y de los recuerdos que me evoca.

Star Wars: La Amenaza Fantasma era un título de acción/aventuras en tercera persona donde se mezclaban varios géneros, como el puzzle, la investigación y las plataformas. Como muchos otros juegos de la época, como el famoso Metal Gear Solid, usaba una cámara aérea que disimulaba muchos aspectos gráficos y ampliaba el rango de visión del jugador. El problema es que, a diferencia con la obra maestra de Kojima, en este juego la cámara era casi un enemigo más. Debido a ello el plataformeo, sobre todo, lo recuerdo insufrible. Uno de los peores aspectos del juego.

Gráficamente era resultón. Ofrecía escenarios semiabiertos con unos modelados y unas texturas, a mi juicio, aceptables para la época (donde ya había bestias como Final Fantasy VIII o el ya citado Metal Gear Solid). Al final, todo tenía un aspecto muy pixelado, pero que tenía su encanto.

Centrándonos en la jugabilidad, cada nivel tenía sus particularidades, empezando por los personajes. Según el escenario, controlábamos a Obi-Wan, Qui-Gon Jinn, Padmé Amidala o al Capitán Panaka, cada uno con una habilidad especial. A la cámara se le unía que el control era demasiado tosco, lo que hacía que los momentos más épicos de la película quedaran muy desmejorados. Aun así, se dejaba jugar cuando te acostumbrabas.

El título seguía el argumento de la película, expandiéndose con misiones secundarias según el escenario para alargar la experiencia de juego. Recuerdo sobre todo el nivel de Mos Espa, con Qui-Gon, porque en su día me pareció fascinante poder recorrer el puerto como si de un RPG se tratase: con diálogos, historias alternativas, algunas decisiones… Todo creado para la ocasión, más allá de lo ofrecido en la película. Para mí, lo mejor del juego.

A nivel sonoro, el juego era una delicia. Cada diálogo estaba doblado por los mismos actores de doblaje de la película y la BSO de John Williams mejoraba la experiencia al cien por cien (obviamente). Y no solo eso, sino que los efectos sonoros como los disparos, los droides, los sonidos de los sables y demás también eran sacados del film. En ese aspecto, un sobresaliente.

En resumen, un videojuego que no destacaba en nada, pero que muchos de mi generación le tenemos mucho cariño. No llega al nivel de KOTOR, Battlefront II de ps2 o Republic Commando, pero para muchos de nosotros fue la primera oportunidad de poder blandir un sable de luz y usar un empujón de la Fuerza.